Ese día mi hijo participó en un taller de Teatro Objeto impartido por Edwin Salas.
Había varios niños de entre 6 y 12 años.
Luego de explicarles cómo se pueden resignificar los objetos cotidianos como una taza, un bloque de madera, una botella de plástico; les pidieron que los animaran, les dieran una personalidad y emociones.
Trabajaron en parejas creando varias mini obras.
Fue un trabajo muy bonito, mi niño lo disfrutó mucho y también los demás niños.
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